Posts RecientesCategorías
Calendario del Blog
AmigosComentarios Recientes
|
Aunque usted no lo crea¡Por fin lo encontré! No es un mito, el bar para DD's existe... lo que no entiendo es ¿por qué estilizaron tanto el swirl?... ¿para tratar de despistar a los que no hemos pasado por NM? Si la votación actual se inclina a favor... ¿tendremos un DM bars también? ¿O sólo será un pub? Cosas de las que se entera uno... Riga, LetoniaLa ciudad de la inspiración se ha portado un poco hostil. Al llegar no encontré una cama disponible en ningún hostal. Después de casi dos horas de caminar con las mochilas a cuestas, una preciosa chica local leyó la desesperación en mi rostro y con un aló comenzó a ayudarme en mi búsqueda, no pasaron 20 minutos cuando ya estaba yo instalado. Entrada la noche salí a buscar un pub, sólo me topé un par, y de ellos no se hacía uno, al parecer todos los antros en el centro son naktsklubs, tal vez deberían considerar rebautizarla como la ciudad de los tables. Hoy por la mañana salí a caminar, el lugar es bonito pero exageradamente repleto de turistas. Cerca de las 4, mientras paseaba por un parque al lado del río, comenzó una lluvia torrencial; para mi fortuna un par de letonas me invitaron a compartir su paraguas... no sirvió de mucho ya que los tres terminamos completamente empapados, pero nos divertimos de lo lindo. Ahora me encuentro en el B-BARS disfrutando de una Aldaris... ¡Salud! Tallín, EstoniaLa ciudad amurallada de Tallín, Tallinn, Tallinna, Koluvan, Lindanise, Lindanisa o Revel, como sea que la conozcas, me trató de maravilla. De alguna extraña manera me recordó a Guanajuato, aunque todavía no estoy seguro si fue por sus calles al puro estilo de un laberinto, por los contrastes, o por alguna otra razón. Partes en ruinas, deterioradas, otras tristemente descuidadas y por último, unas que demuestran un gran esfuerzo por ser preservadas. Todavía es raro encontrar un establecimiento en el centro que acepte euros. La gente, muy abierta y cordial, al parecer ya están muy acostumbrados a los turistas, aunque su inglés deja mucho que desear... pero mejor no me adentro en esos temas, para no hablar sobre mi estonio. Este lugar le encontró un buen uso a mi libretita de google regresándome las ganas de escribir... ya les contaré cómo me va en la ciudad de la inspiración. Fue una visita fugaz, pero muy emocionante. =) El HedoneLas paredes son de piedra, unas piedras desgastadas, deslavadas, próximas a quedar lisas, escasos son los rasgos que las diferencian, pareciera que gustaran de las duchas de arena a presión o que hubieran estado ahí por siempre, en algunas ya no se logra distinguir donde empiezan o donde terminan, blancas algún día, tal vez, hoy amarillentas, grisáceas, opacas, algunas incluso ahumadas, unas piedras que casi han perdido su identidad, pero juntas, juntas forman el Hedone.
Hay que entrar por un pequeño túnel, obscuro, seco y con olor a vainilla. Al final, una barra alumbrada tenuemente, custodiada por Vaike; mujer de tez color nieve, alta, tal vez demasiado, cabello largo, negro y lacio, ojos azules, penetrantes, y cuerpo esbelto, un tanto atlético. Ella de pie, con las piernas separadas, con los tobillos alineados con los hombros, sin flexionar las rodillas; a la altura de la cadera su cuerpo presenta una marcada inclinación hacia enfrente, apoyada con ambas manos en el mostrador, disimulando con una sonrisa las carcajadas que le provocan tantos desesperados en la misma situación. Con un inglés marcado por tantos años de ruso impuesto me preguntó si sabía lo que quería, rematando con un guiño; yo, que aunque muy vivido jamás había estado en estos lugares, respondí que no. Extendiendo su brazo me facilitó un menú, sobrio, elegante, que contenía cada uno de los masajes con su precio y duración, seguidos por una pequeña pero detallada explicación. Mientras leía, sentía como aporreaban mi pudor, conforme avanzaba, la paliza iba siendo más severa, incluso hubieron palabras cuyo significado es todavía un enigma para mi, pero que sonaban salvajemente deliciosas. De pronto una cortina, antes imperceptible, deja al descubierto un pasillo inundado de pequeñas puertas alumbrado por velas. Detrás de ésta aparece una silueta femenina, incluso de mayor estética que la de Vaike, apenas cubierta con un pareo delgado aferrado a su figura. Piel canela regalada por el sol, descalza, de pies diminutos, piernas largas, delgadas y torneadas, exageradamente bien torneadas, con unas caderas que retaban a cualquiera, el abdomen tenuemente marcado, con una piedra ámbar columpiándose del ombligo por su diminuta cintura, unos pechos, redondos, ligeramente más grandes que un par de manzanas y perfectamente en su lugar, una hendidura pronunciada donde nace la clavícula, que en otros tiempos habría servido maravillosamente de copa para mi tequila, del cuello colgaban dos hilos, rodeándolo, protegiéndolo, tensados por una pequeña cruz de plata, de cara alargada, barbilla pronunciada, labios afilados, pómulos enorgullecidos, nariz recta, delgada, ojos enormes, redondos, azul turquesa, frente amplia, orejas tímidas, con una melena rubia, rizada y mal sujeta por una pinza derrotada. Levantó la mirada y la detuvo justo donde se encontraba la mía, esperó a que me incorporara y pronunció: - Hola guapo, disfruta tu jugada de dominó... nos vemos en la casa, recuerda que hace falta leche. Escrito desde una mesa del Nimeta Baar en Tallín, Estonia. |
Comentarios Recientes